Ciudadanía Italiana

 La ciudadanía italiana se basa en el principio del ius sanguinis (derecho de sangre) por lo que un niño nacido de padre italiano o madre es el italiano, sin embargo, hay que tener en cuenta que el ciudadano tiene la madre sólo se transmite a la ciudadanía a los hijos menores de edad desde 1 de enero 1948 como resultado de una sentencia del Tribunal Constitucional. La ciudadanía italiana está regulada por la Ley N º 91, de 5 de diciembre de 1992, que, a diferencia de la ley anterior, vuelve a evaluar la importancia de la voluntad individual en la ganancia o pérdida de la ciudadanía y reconoce el derecho a tener la ciudadanía en más de un país, excepto en el caso de las diversas disposiciones de los acuerdos internacionales.